IRON MAIDEN: «Piece of mind»

Hay discos ligados a una época hasta el punto de transportarte a ella al escucharlos, quizá por  asociación de recuerdos o quizá por un anhelo subconsciente de volver a ese momentos en que los descubriste … «Piece of Mind» es uno de esos álbumes.

Hoy se cumplen 41 años desde su publicación, así que recupero un post de mi blog metal80.wordpress.com para recordarlo, fusionándolo en POPUFREAK, porque nadie negará que IRON MAIDEN ha tenido presencia en las páginas de POPULAR1 desde 1980, y normalmente para bien.

‘Piece of mind’ (que originalmente iba a llamarse ‘Food for tough’) sintetiza entre sus surcos lo mejor que tuvo el heavy metal europeo de la década: cuenta con una técnica apabullante, casi inhumana, que daba una dimensión única a aquellas canciones, que estaban escritas en base a una estructura compleja, pero al mismo tiempo dinámica. Es decir, IRON MAIDEN no eran precisamente un grupo ‘simple’, pero sabían escribir y estructurar las canciones, dando a cada una incontables partes, riffs, arreglos… pero al mismo tiempo hacer fluir las canciones sin aburrir en ningún momento. Por poner una comparación (odiosa, lo reconozco): METALLICA pretendían hacer algo así en “… And Justice for all” pero el resultado era un corta-pega en el que se repetían partes dentro de cada canción una y otra vez sin ningún sentido, escribiendo algunos temas verdaderamente rayantes. Bien, eso no ocurre, al menos en mi opinión, con “Piece o Mind”.

Otro punto a tener en cuenta, era el visual, ya que IRON MAIDEN aún presentaba el aspecto que todos queríamos tener. Lejos del look futurista que lucieron en la época de ‘Somewhere in time” y “Seventh son”, las fotos de ‘Piece of mind’ son el reflejo de un grupo que sabe que está subiendo y que no tardará en alcanzar la cumbre, pero que aún se siente cómodo con su chupa y sus vaqueros. Ya sabes: “…Denim and Leather, Brought us all together”. Incluso la portada, siendo tan infantil como todas las demás, era ni más ni menos lo que el grupo necesitaba para transmitir de un modo preciso lo que te ibas a encontrar en el disco.

En fin, a estas alturas la banda ya es grande y no deja margen a la improvisación, como ocurriera en el anterior álbum, que resultó un tanto atropellado por el cambio de cantante. Sí, también hubo cambios de personal para «Piece of mind», pero digamos que todo se hizo con un poco más de margen… vamos a detenernos un poco en ese asunto.

Clive Burr miembro original, ‘cede’ su puesto en la batería a Nicko MacBrian, procedente de la banda de Pat Travers. Sobre este cambio hubo cierta polémica en su día, ya que fue solventado con la clásica excusa de las ‘diferencias musicales’, pero el tiempo y las declaraciones de los propios protagonistas han venido a confirmar las sospechas de que, en realidad, los motivos fueron exactamente los mismos que terminaron con el cese de Paul Dianno. Steve Harris: “América no es el lugar más fácil donde resistir las tentaciones, especialmente si estás en una banda de rock duro y tus discos están en las listas” comenta refiriéndose al tour de “The number of the beast” en el que la mayoría de los shows los hicieron abriendo para otras bandas ”…en más de una ocasión Clive pasó la mayor parte del show vomitando en un cubo al lado de su batería. Yo pensé ‘Bueno, si estamos teniendo problemas con sets de cuarenta y cinco minutos, ¿Qué ocurrirá cuando los hagamos de dos horas?” En fin, parece que el abuso de alcohol y otras sustancias tuvieron bastante que ver en el cese de Clive, quien fue echado de menos por muchos fans, pese a la buena acogida que Nicko tuvo desde el primer día.  Sin embargo, el propio Bruce Dickinson contaba “…todavía creo que (Clive) fue el mejor batería que la banda tuvo. Esto no quiere decir que tenga nada en contra de Nicko. Técnicamente, él es un batería muy por encima de Clive. Es solo que Clive tenía un feeling increíble, y eso solo viene de nacimiento”. Sobre gustos no hay disputas, pero en cualquier caso la aportación de Nicko no merece reproche alguno y pronto se convirtió en marca de la casa junto a las cabalgadas de Harris o los duelos de A. Smith y D. Murray.

Bien, decíamos que para «Piece of mind», además del cambio en el grupo, hubo también cierta evolución en la forma de hacer las cosas: la producción de Martin Birch consiguió darle un empaque al nivel (es una opinión) de los RAINBOW de «Rising» o los BLACK SABBATH de «Heaven and hell«. Los duelos Smith-Murray, son más cortos y efectivos que en otros álbumes. Los duelos de Smith-Murray, son más cortos y efectivos. Hay una mayor aportación de toda la banda en labores de composición. Si antes era S. Harris quien más ponía de su parte, ahora ese aspecto está más equilibrado y todo el mundo pone su grano de arena, y en cuanto a los textos, la apuesta de Bruce Dickinson toma cuerpo de un modo casi avasallador, centrando la temática del disco en temas religiosos («Revelations«), míticos («Flight of Icarus») e histórico-bélicos («The trooper») casi al completo. Los temas callejeros («Gangland«, «Running Free»…) han quedado relegados a la segunda fila, y si tenemos en cuenta la influencia que la temática histórico – épica ha tenido en incontables bandas, parece ser que no se equivocaron al dar ese paso.

Como singles salieron «Flight of Icarus» que alcanzo el puesto octavo y «The trooper» que se quedó en el 28, canciones que siguen formando parte del repertorio en directo de la banda. Me gustaría reseñar que nada menos que siete de las nueve canciones que trae el disco estaban incluidos en el repertorio del WORL PIECE TOUR 83, ciento cincuenta y tres conciertos en Europa y Estados Unidos junto a gente como SAXON, ROCK GODDESS, FASTWAY, QUIET RIOT o M.S.G. abriendo para ellos.

En España hicieron cuatro fechas y un especial en la televisión, en el programa Tocata, presentando un playback con cuatro temas y una entrevista hecha por José Antonio Abellán, el mítico comentarista deportivo que entonces presentaba aquel programa junto a Mercedes Resino. Si algo así se hacía en un país con tan escasa tradición rockera como España, era por algo.

En fin, creo que no miento al decir que «Piece of mind» es un clásico del rock duro, y hoy un día tan bueno como cualquier otro para disfrutarlo.

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